El flujo de información que se maneja en la actualidad llega a
presentar tintes infinitos, su papel en los mercados actuales es clave y protagonista, convirtiéndose en el baluarte de las empresas que, sin importar el tamaño o la
experiencia que presentan dentro del mercado, reconocen la importancia de sus datos para el crecimiento soñado.
No todo lo que brilla es oro. La
información que circula en la red es abrumadora para todos, la capacidad de
recolectar datos es impresionante y muchas veces invisible, pues en muchas ocasiones no se sabe de dónde proviene.
Un ejemplo banal se presenta en medios sociales como Whatsapp, cuando visitamos
el carrete de fotos del móvil somos testigos de la cantidad de imágenes que
hemos recabado en un período corto de tiempo. Si cruzamos estas imágenes con
nuestras experiencias al momento de comprar o al momento de interactuar con una
marca podremos empezar a visualizar la importancia de esta información.
Tomando ejemplos más complejos,
basta con observar la cantidad de información
que se recaba en las empresas que cuentan con programas de lealtad, las cámaras
de seguridad instaladas en calles de la ciudad, los CRM y ERP empresariales
o en los call centers que recopilan
información para conocer el porqué de las quejas y el origen de las mismas.
Si bien los empresarios del
momento son conscientes de este flujo inmenso de información, no todos conocen
la información crítica que se alberga dentro de su organización, esto debido a que
en muy pocos casos se logra hilar fuentes de información hacia indicadores
claves de desempeño (KPI’s) que se definan en el plan estratégico de la
empresa.
En las empresas actuales el dinero y las ganancias no son las
únicas que comunican crecimiento y aumento, existen otros datos que, incluso
más que las ganancias, permiten conocer
a mayor profundidad el contexto actual de la empresa. Muchas compañías se
preguntan ¿Cómo puedo saber que tan maduro estoy en la analítica de mis datos?
La respuesta a esa pregunta no es sencilla, pero puede ayudar el hacerse
algunas preguntas tales como;
ü
¿Cuál es el 20 % de mis
clientes que genera el 80 % de mis ingresos?
ü
¿Cuál es el área de mi
empresa en la que estoy gastando más?
ü
¿Los gastos están
alineados al presupuesto? ¿cuánto se desvían?
ü
¿Qué áreas debo de apretar para aumentar mi
utilidad?
ü
¿Cómo está conformada mi mezcla de ventas? ¿qué productos debo dejar de vender por su
baja utilidad?
ü
¿Cuánto tiempo me toma recabar información como
la anterior para poder tomar decisiones?
El tiempo que te toma
contestar a estas preguntas, se traduce al nivel de madurez de la empresa en
relación a la toma de decisiones a través de analíticos que, llevado a su
máxima expresión queda alineada con la ejecución de acciones concretas a partir
de inferencias en los datos.
En la actualidad existe
una herramienta que solía ser usada
por grandes empresas pero que ahora comienza a tener presencia en PYMES debido
a su abaratamiento; la Inteligencia de
Negocios es el engrane que muchas compañías estaban buscando para unir los
datos e información que se recaban en sus diferentes plataformas.
Gracias a su capacidad
de lectura, acomodo y análisis de
información, la Inteligencia de
Negocios logra manipular de forma sencilla la información para lograr
entender por qué la empresa ha tenido ciertos desempeños, o mejor aún, da la
oportunidad de contar con la información clave para crear escenarios a futuro que beneficien en la toma de decisiones.
Las empresas medianas pertenecientes al grupo denominado PyMES cuentan con una serie de beneficios que el mismo tamaño de la organización les otorga; estas empresas cuentan con objetivos más centralizados y especializados, por lo que la importancia de contar con estas herramientas se potencializa, así como la facilidad para implementarla.
Es sabido que este tipo
de empresas debido a su constitución, cuentan con presupuestos medidos y
definidos, los cuales se deben respetar en todo momento si no se quiere pasar
por una crisis importante. Sin una infraestructura de TI, este tipo de
problemas se presentan con mayor facilidad, pues si no se es consciente de las áreas que más gastan en relación a los
ingresos que generan o de los clientes más importantes que se tienen, se
puede exceder el presupuesto o premiar a clientes o empleados que realmente no
determinan de manera significativa los resultados a los que está llegando la
empresa lo que genera un impacto determinante en crecimiento financiero de la
empresa.
Este tipo de herramientas son de gran utilidad para
medianas empresas gracias a la agilidad
que estás presentan para implementar decisiones en corto plazo, pues al no
existir muchos niveles jerárquicos dentro de la misma, las decisiones se toman de forma rápida haciendo que los procesos
de implementación sean más cortos y,
por ende, menos costosos.
Se estima que un 42% de los gerentes utilizan información equivocada
al menos una vez a la semana, este
tipo de acciones dificultan la toma de decisiones de forma acertada, generando pérdidas de tiempo y presupuesto. Es
por esta razón que, contar con una vista única de información se convierte en
un punto vital.
La toma de decisiones
siempre va enfocada al futuro, por lo que para poder elegir las más acertadas
se deben plantear preguntas que empiecen con: “qué pasaría si…” de esta forma realmente se estará 100% preparado
para lo que depare el futuro de la organización y del mercado al cual
pertenece.
Según Jorge Paz Flores,
experto en soluciones de Business Process Management y Business
Intelligence de IBM “el tener la
capacidad para explotar nuestra información de esta manera puede alimentar
directamente los sistemas y los procesos de planeación de nuestra empresa,
ayudando a definir presupuestos, metas, etc. Nuestros datos históricos pueden
contribuir en gran manera a tomar las mejores decisiones de negocio”.
Las herramientas de Inteligencia
de Negocios encaminadas a empresas medianas permiten un reporteo avanzado y el manejo de datos en un ambiente flexible,
lo cual realmente significa un parte aguas en la forma en que las empresas de
este tipo deben de trabajar.