viernes, 26 de abril de 2019

3 problemáticas de ONG’s, fundaciones y asociaciones.




El conocido ‘tercer sector’, conformado por ONG’s, fundaciones y asociaciones, ha sido un sector que ha tenido algunas problemáticas en distintas áreas las cuales han hecho que no logre una evolución de acuerdo a lo esperado, lo que refleja una gestión poco eficiente en algunas organizaciones. 

Al ser una fuerza enmarcada en la economía social y la filantropía que opera por fuera del poder estatal y que no persigue beneficios lucrativos, depende de que las personas pertenezcan/crean o no a ellas. Algunas de ellas dependen de otras para poder obtener los recursos necesarios para lograr un verdadero impacto en su causa social, lo que hace que las labores de sus integrantes sea compleja y desafiante.

Se pueden identificar tres grandes problemas que están impidiendo una buena gestión, así como un aumento en el impacto de las causas sociales. Evolución, Enfoque, Marca, son los dolores de cabeza que muchas organizaciones del tercer sector están sufriendo.

Una de las problemáticas que más impacta la gestión y operación de las organizaciones es la evolución y por evolución nos referimos a tecnología. Existen muchas organizaciones que utilizan herramientas que son obsoletas para manejar y controlar su causa y operación, lo que hace aún más compleja su labor.

Se debe buscar automatizar la operación de las organizaciones para que las actividades operativas como la emisión de recibos, gestión de base de datos de donantes, comunicación con donantes, generación de reportes y medición del impacto social se realicen de forma rápida y controlada y así poder invertir el tiempo del recurso humano en otros temas que son vitales.

Actualmente existen software para la gestión de proyectos sociales que permiten hacer todo esto de manera automatizada y fácil, lo que permite que la fundación pueda tener un mejor control de sus recursos, conocer el impacto de la causa por zona, región, estado, entre otras cosas más. 

Si bien algunas dependen de terceras para obtener recursos para implementar este tipo de herramientas, es algo a lo que todas las organizaciones deberían apostar.

La segunda problemática se presenta cuando las fundaciones siguen cometiendo errores en el enfoque que le dan a sus proyectos o causas. Diciéndolo en otras palabras; muchas organizaciones concentran el mensaje de sus proyectos en el problema y no la solución.

Para el público, mejor conocido como donante, no es necesario saber que en Etiopía tienen problemas de agua potable o que en Kenia hay miles de niños en la calle que no van a la escuela debido a que no existen recursos para crear un ambiente básico en donde tomar clases, o que algunos lugares de México decenas de niños deben recorrer varios kilómetros para ir a la escuela, todo esto se sabe. Ojo, no está mal recordarlo y platicar sobre las problemáticas sociales que existen, sin embargo, no hace falta que todo el enfoque se centre en este aspecto.

Es más alentador y motivante para un posible donante saber que un niño ya no debe caminar 20 kilómetros todos los días para recoger agua o que una familia puede generar ingresos debido a que una placa solar brinda electricidad a su comunidad. El enfoque debe ir hacia el resultado y no tanto desde el problema, de esta manera se trabaja a través del optimismo y la oportunidad, y no desde la culpabilidad.

¿Por qué tanto énfasis en el enfoque de la no culpabilidad? Enfocar los proyectos hacia la culpabilidad es bueno, sin embargo, su impacto es de corto plazo, no es capaz de fidelizar a un donante para que haga una aportación fija de forma recurrente, pues una vez que se hace la donación puntual la culpa se alivia y el problema desaparece.

Un proyecto enfocado en la solidaridad se mantiene en el tiempo y va más allá de una donación para lavar la conciencia, sino que es la que nace desde la responsabilidad.

La tercera problemática trata sobre la baja preocupación que muchas organizaciones tienen sobre la creación de una marca.

Se cree que por ser una organización sin fines de lucro se debe gestionar diferente a una empresa lucrativa, pero no. La gestión debe ser ordenada, responsable y seria, como se hace en una empresa común y corriente, no debe haber diferencia. Así sea una organización pequeña o una gran empresa, la creación de una marca poderosa es vital para el posicionamiento y el crecimiento de la misma.

Si no tienes una marca fuerte, reconocible y atractiva es complicado que la gente se sienta identificada con lo que haces, por lo tanto, no tendrán motivos para formar parte de tu proyecto o si lo hacen será a corto plazo, pero no a mediano o largo plazo que es a lo que toda organización debe apostar.

Y no sólo la marca, también la comunicación. Los donantes deben ser el centro de la comunicación. Actualmente no todas las organizaciones mantienen una comunicación fluida e interesante con su público, se limitan a enviar un correo con un “gracias” a aquella persona que haya donado y con un poco suerte le hacen llegar otra comunicación con algún resumen de lo conseguido con su aportación.

Si no se trabaja la comunicación es complicado dar a conocer la fundación, así como construir una marca fuerte con la que el cliente se identificado.

No se debe olvidar, que el sentido de pertenencia debe ser un baluarte para las fundaciones, pues es el que genera que los donadores sientan orgullo por la causa. Al tener una fundación automatizada, enfocada y con una marca fuerte, se puede lograr un crecimiento importante, pero, sobre todo, aumentar el impacto social de la causa. 



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